jueves, 14 de junio de 2012

Parte I: ¿Por qué?


Y es que ella nunca volvió,
Porque se había ido, marchado, lejos
Donde no pudiera encontrarme con sus pensamientos y desfragmentar esos versos
esos,
suyos, que nunca pronunciaba, los que se callaba.
Por miedo  al pesar de la razón que, inútilmente, sobre ellos acaecía.

Pero nunca volvió, de ella no quedó nada,
Dejó tras de sí una estela vacía, parca en fuerza y en vida.
Su cuerpo avanzaba por las calles, desnudo en emociones,
Como prosa muerta por las vías, y, quién supo de ella? Más sólo conocieron los inquilinos de su cuerpo a esa puta fría.

Porque su mente, estancada en la noche, escondida, volaba de día, de alas disfrazada,
Y abandonaba su ser para ser, conmigo, en su profundo sueño.
Porque siempre lo escondía,
Porque me quería, y callaba.

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